Oller del Mas: vino, enoturismo y bienestar
La bodega Oller del Mas, DO Pla de Bages, se encuentra en tres kilómetros de Manresa, entre Montserrat y Cardené, y comparte la pasión de hacer vinos, con el turismo del vino y del bienestar. La alcurnia familiar tiene una larga historia de relación con la tierra y, de manera intermitente, con la elaboración del vino. Se tiene constancia que la familia de Frank Margenat, actual gerente y propietario, está presente desde el año 964. Él es la 36.ª generación.
Enoturismo
Para Frank Margenat el enoturismo es el core del negocio y lo vinculan al bienestar personal.
“La larga historia familiar, el trabajo que se hace cada día en la tierra, en la bodega, le damos valor con el enoturismo. El visitante puede vivir directamente el trabajo que hacemos, quién somos y de donde venimos. Para nosotros es muy importante escuchar a las personas, ver su reacción en el momento de probar nuestro vino. Es como cerrar el círculo de todo lo que hacemos, con una experiencia completa”.
Considera que falta mucho camino para recorrer en el campo del enoturismo, a pesar de que “se están haciendo cosas muy bien hechas”. Dice que en el país hay un problema general, “no le damos valor a todo lo que tenemos a tocar. Es por eso que tenemos unos vinos con unos precios bajísimos comparados con los que se ofrecen en otras partes del mundo”. Para él, la mejor manera de darle valor, es abriendo las puertas de la bodega y enseñar lo que hacen, desde el trabajo en la viña, hasta el trabajo de la bodega. “También es una manera de ponernos presión a nosotros mismos porque si enseñas lo que haces al cliente directamente y ves su reacción, sabes que lo que le gusta y lo que no, y te presiona para que lo mejores”.
Bodega del bienestar
Lograr el bienestar personal es la guía de todos los servicios que se pueden encontrar en la Bodega Oller del Mas. Todo gira alrededor de lograr el bienestar del visitante, ya sea a través del servicio de alojamiento (tiene 20 cabañas), de restauración, del Club Innat, del wellness (salud y belleza), etc. “Nosotros queremos ser la bodega del bienestar, no solo de aquí, sino de todo el planeta – explica Frank Margenat- tenemos muchos departamentos y muchos servicios, desde hípica, alquiler de bicicletas, análisis de salud, etc. el objetivo de los cuales, es lograr el bienestar total. Ofrecemos servicios que van desde la nutrición a la cirugía estética no invasiva. Guiados siempre por la filosofía de respecto al entorno, todos los tratamientos y productos están basados en productos naturales y algunos de ellos basados en productos de la uva”.
El mercado al cual se dirige Oller del Mas es el catalán, a pesar de que en 2019 recibieron más de 65.000 visitas de turistas internacionales, básicamente asiáticos y norteamericanos. Su producto va dirigido al cliente de proximidad. “Un buen vino lo podemos encontrar en cualquier lugar del mundo. Pero el que tenemos nosotros, solo lo podemos vivir aquí, en el corazón de Cataluña. Las características de nuestros vinos son el reflejo de la tierra donde los cultivamos”. En Oller del Mas son conscientes de donde se encuentran y plantan las variedades de uva que mejor se adaptan al terruño que trabajan. Con el trabajo de los últimos años han podido comprobar que las variedades ancestrales son las que mejor se adaptan y dan excelentes resultados. Han recuperado variedades como el picapoll y la malvasia manresana y han sacado al mercado un vino 100% monovarietal: “Hemos puesto mucha voluntad en recuperar estas variedades que nos dan más identidad, más expresividad, más autenticidad, porque expresan la climatología y el paisaje que tenemos a nuestro alrededor”. Su filosofía de respecto al entorno hace que todos los trabajos en las viñas se hagan con tratamientos ecológicos y, los últimos años, también, con técnicas basadas en la biodinámica.
Somos responsables de lo que hacemos
Frank Margenat se mira el futuro con optimismo y a la vez con prudencia. Considera que las personas son responsables de lo que hacen y dice que las que trabajan en el campo, con la agricultura y el paisaje, tienen que tener un cuidado especial.
Explica que si Oller del Mas ha llegado a la trigésima sexta generación, es porque se ha tenido esta visión global: “Teniendo en cuenta que venimos de tantas generaciones, cuando tomo decisiones, pienso en qué efecto tendrá aquella acción de aquí a unos 10, 30, 50, 100 años. Cuando enfocas las cosas desde este prisma global, de más largo plazo, cuesta más equivocarte, y la repercusión para la familia y el entorno es menor”.
Como ejemplo de esta filosofía, a Oller del Mas encontramos que el servicio de alojamiento es en 20 cabañas, las cuales son construidas con materiales naturales, totalmente integradas al paisaje, que funcionan con energías renovables (solar, geotérmica y aerotérmica) y están perfectamente aisladas.
Margenat explica que el año que viene quieren lograr tener una huella de carbono negativa en todo el proceso de elaboración del vino.
Oller del Mas trabaja para ofrecer el mejor producto y contribuir al bienestar de las personas que disfrutan de sus vinos y servicios. Este trabajo se ha visto premiado varias veces y este año ha recibido el premio Vinari a la Mejor Actividad Enoturística Premium del Año por la visita a la Bodega con cata y menú de degustación maridado con el enólogo y el propietario de la bodega. También ha tenido un reconocimiento como una de las mejores viñas del paisaje vitivinícola.
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Ens veurem allà!!
M’ha fet venir ganes de venir
Doncs ja ho saps, Alícia… Moltes gràcies pel teu comentari.
👍👍👍
Moltes gràcies, Joan! 👍