Ventajas y desventajas de las CBDC
En un contexto en que el uso de dinero en efectivo está en declive y los pagos digitales y las criptomonedas están al orden del día, más de 130 países están estudiando la posibilidad de introducir monedas digitales emitidas por los bancos centrales (CBDC). ¿Cuáles son los pros y contras de estas nuevas divisas?
La digitalización de la economía ha venido acompañada de la conveniencia de poder efectuar pagos digitales y ha espoleado la popularidad de las criptomonedas. Una revolución del sistema financiero que ha provocado que los bancos centrales de muchos gobiernos, inicialmente poco partidarios de implantarlas, estén estudiando la emisión de sus propias monedas digitales (CBDC).
En este contexto, Europa no se quiere quedar atrás y creará su propia moneda digital, como ya han hecho países como China, Suecia o Uruguay. Conocido como el euro digital, se trata de una moneda electrónica que será gestionada y supervisada por el Banco Central Europeo (BCE), que podrá ser utilizada tan por los ciudadanos como por las empresas y que no sustituirá el dinero en efectivo, sino que los complementará.
En cuanto al Estado español, el Banco de España (BdE) se ha posicionado a favor de la introducción del euro digital emitiendo un comunicado donde destaca el que considera como las ventajas de esta CBDC y dando su apoyo al BCE. Juan Ayuso, director general de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago del Banco de España, afirmaba que el euro digital conserva las ventajas de la moneda física y apuntaba que el formato de efectivo físico “no permite aprovechar todas las ventajas que ofrece la creciente digitalización de la economía y la sociedad”.
Un método de pago complementario
Inclusión financiera. Una moneda digital centralizada puede contribuir a la inclusión financiera, especialmente en áreas donde el acceso a servicios bancarios tradicionales es limitado. Del mismo modo, sería una alternativa al dinero en efectivo en situaciones extremas, como por ejemplo catástrofes, en las cuales no se pueda utilizar el efectivo y en las cuales los medios de pago tradicionales, como por ejemplo los TPV, no funcionen.
Seguridad y resiliencia financiera. Una de las principales promesas de las CBDC es mejorar la seguridad y la resiliencia del sistema financiero. A diferencia de las criptomonedas descentralizadas, las CBDC están avaladas por los bancos centrales, cosa que garantiza su valor y las hace menos susceptibles a las fluctuaciones propias de los mercados de criptomonedas. Por lo tanto, el euro digital solo sería una forma más de pagar en euros, convertible en paridad con el dinero físico.
Reducción de los costes de las transacciones. Las CBDC permiten eliminar la necesidad de intermediarios como por ejemplo las entidades de procesamiento de pagos. Además, su implementación digital simplifica la transferencia de efectivo, cosa que beneficia tanto los usuarios individuales como las empresas, especialmente en transacciones internacionales, donde los costes tradicionales son elevados. En cuanto al euro digital, está pensado para que no tenga costes para las personas que lo utilicen para hacer pagos ordinarios y que se pueda usar en cualquier lugar de la zona euro.
Trazabilidad y transparencia. Las CBDC permiten un seguimiento detallado de las transacciones financieras, hecho que puede ayudar los gobiernos a combatir el blanqueo de dinero, la financiación del terrorismo y la evasión fiscal. Sin embargo, el regulador bancario europeo indica que el euro digital permitiría efectuar pagos sin compartir datos con terceros, salvo que sea necesario para prevenir actividades ilícitas.
¿Qué riesgos pueden comportar?
Privacidad y control gubernamental. Una de las preocupaciones más importantes en cuanto a las CBDC es la posible pérdida de privacidad de los usuarios. A diferencia del dinero en efectivo y de las criptomonedas, que permiten hacer transacciones anónimas, las CBDC pueden tener una total trazabilidad sobre la mayor parte de las transacciones. Esto permitiría a los gobiernos saber exactamente cómo gastamos nuestro dinero y les otorgaría la capacidad de parar pagos o confiscarlos, como pasó con las protestas de los camioneros contra el gobierno canadiense.
Dinero en efectivo y libertad financiera. La creciente digitalización del dinero, impulsada por las CBDC, podría significar el fin del uso de dinero en efectivo, un método de pago importante en muchas sociedades. Esto no solo afectaría la libertad de elegir el medio de pago, sino que también tendría implicaciones para personas con acceso limitado en estas tecnologías. En este sentido, el BCE afirma que el euro digital sería un complemento del dinero en efectivo, no un sustituto, así que los billetes y monedas seguirán en circulación.
Impacto negativo contra los bancos comerciales. El uso de CBDC podría afectar negativamente la intermediación financiera que ahora proporcionan los bancos comerciales, puesto que los ciudadanos podrían preferir mantener su dinero directamente en cuentas digitales gestionadas por el banco central, especialmente en momentos de crisis. Esto reduciría el papel de los bancos comerciales, afectando su capacidad para ofrecer préstamos, crédito y financiación.
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