El auge del gimnasio virtual: el deporte se reinventa
La Covid-19 ha conseguido llevar el deporte a casa. Desde la cuarentena, gimnasios y centros deportivos se han tenido que adaptar a una situación excepcional que no les ha dejado más alternativa que reinventarse.
La actividad física ha sido el gran aliado de los catalanes a partir de la pandemia. Algunos por necesidad y otros por sorpresa, pero, en mayor o menor medida, todo el mundo se ha apuntado a lo que, más allá de una moda, en aquel momento era una necesidad vital. El gimnasio virtual ha acercado el deporte a miles de personas, y lo ilustra un estudio de Asics en que el 36% de los encuestados declara practicar más deporte ahora que antes de la pandemia. El porqué de estas cifras también se recoge en el estudio: al 80%, estar activos, aunque sea desde casa, les supone una mejora física y mental considerable que los ayuda a controlar las emociones y mantener la mente ocupada. La práctica deportiva en línea sigue siendo una tendencia al alza que los gimnasios han sabido aprovechar.
Los abonos a los gimnasios virtuales crecen hasta un 400%
La cuarentena abría las puertas de casa a toda una seria de aplicaciones y influencers que se popularizaron a través de las redes sociales. Los gimnasios virtuales llegaban para quedarse. Las ventajas son múltiples: flexibilidad en el lugar y la hora de hacer ejercicio, evitar desplazamientos, disminuir el coste o evitar la sensación de inseguridad, vergüenza o falta de iniciativa que puede generar ir a un gimnasio. Así lo describe Sergio Recio, fundador y director de Ictiva, uno de los pocos gimnasios virtuales creados en Cataluña.
Para ellos, la cuarentena fue un punto de inflexión en su crecimiento, que en 2020 se disparó hasta un 400% en el número de abonados. Buscaban incentivar el deporte como mecanismo directo para mejorar nuestra salud mental y, para no dejar fuera a nadie, rebajaron todos los precios al 50%. Ocho años de experiencia, más de mil clases y 21 disciplinas avalan que la fórmula virtual de Ictiva funciona, pero la empresa no se equipara con los múltiples proyectos de entrenamiento virtual que han surgido a partir de la pandemia y que, lejos de ser un formato de gimnasio virtual, han sido una adaptación del gimnasio presencial o una actividad de distracción más en tiempos de pandemia. Desde su punto de vista, los gimnasios presenciales tienen un público específico, pero que no afectará en el aumento de los gimnasios virtuales en los próximos años: “igual que el teletrabajo ha llegado para quedarse, entrenar online es un hábito que se suma a nuestras vidas”.
Adaptarse o morir: los gimnasios presenciales se digitalizan
En Cataluña, los gimnasios virtuales todavía son minoría y, de hecho, no se encuentra ninguno exclusivamente en catalán. Aquí el peso fuerte siguen siendo los centros físicos y la tendencia, para prácticamente todos, ha sido reinventarse y adoptar el formato en línea para llegar a sus usuarios.
En el caso de los usuarios habituales, la respuesta fue mayoritariamente positiva, influenciada por el vínculo que muchos ya tienen con sus entrenadores, y por el peso que tiene el deporte en sus vidas. Toni Marin, técnico de actividades dirigidas de Ekke Lleida, destaca esta parte social que va más allá de lo puramente deportivo: para ellos, conectar en aquel momento “fue una forma de adaptarnos a las necesidades de los socios y mantener el contacto con ellos: no queríamos que se sintieran solos en un momento que fue muy duro para todos”. En la misma línea lo vivieron usuarios como Maria (30), para quien mantener la rutina del gimnasio incluía mantener parte de su vida social, y precisamente hacer los entrenamientos virtuales conjuntamente es lo que la ayudó a pasar la cuarentena sola en casa pero sintiéndose acompañada.
Para los que no habían pisado un gimnasio, el inicio fue progresivo y con una gran labor de investigación previa. El abanico de actividades y entrenadores para elegir es muy amplio, y conseguir crear una rutina de ejercicio requiere fuerza de voluntad. En este sentido, Pilar (24), usuaria de gimnasio desde hace cuatro años, destaca el auge de los falsos entrenadores que circulan por las redes y que hacen rutinas que no siempre son adecuadas desde un punto de vista deportivo. O, al menos, no lo son para todo el mundo. Hacer ejercicio sin pagar y sin supervisión profesional está al alcance de cualquiera, pero puede suponer un riesgo físico importante que hay que conocer.
¿El mundo virtual llega a todos los públicos?
Un año después de la cuarentena, podemos sacar las primeras conclusiones de lo que ha supuesto la digitalización del deporte, y la respuesta es unánime: el formato virtual ha llegado para quedarse, pero siempre como parte complementaria, como refuerzo del gimnasio presencial. El deporte se vive plenamente cuando se comparte o, al menos, así se vive desde dentro, tal como nos explica la Susanna Segura, jefe de actividades dirigidas de Ca n’Arimon, en Mollet del Vallès, quien destaca que “el hecho de tener un profesor al que poder explicarle qué te pasa, que te sepa corregir y animar, el formato online nunca lo podrá sustituir”. Para ellos, que forman parte de un grupo que opera en toda España, el formato en línea ha llegado a menos gente de la que normalmente tienen como usuarios, “pero sí que nos ha servido para tenerlos conectados con nosotros y, a partir de aquí, conseguir que no se desvincularan del mundo del deporte”.
Para el público de más edad, o los que estaban poco acostumbrados a la tecnología, esto supuso un reto, y la Susanna reconoce que la respuesta de este colectivo fue mayoritariamente negativa. A pesar de adaptar rutinas de ejercicio en casa, con materiales domésticos y con el principal objetivo de activar el cuerpo, no se consiguió llegar a todo el mundo. Poco a poco, sin embargo, toda la gente que quería hacer actividad física encontró su espacio.
A algunos, la digitalización les ha abierto las puertas a la expansión, tal como explica Mònica, profesora y coordinadora de El Taller de Ioga de Premià de Mar: “tenemos alumnos de otras poblaciones o de otros países a los que les gusta nuestra manera de entender el yoga y esta es la manera de que lo puedan practicar con nosotros”.
En el caso del gimnasio virtual Ictiva, también se ha hecho hincapié en llegar al público desde la parte más personal, con la creación de clases en directo y chats desde donde comienzan a construir una comunidad donde los profesores traspasan la pantalla para ofrecer un tracto personalizado a los usuarios.
“Ante las adversidades, buscamos una solución y nos lanzamos”
La capacidad de reinventarse, tanto para los gimnasios como para los usuarios, ha sido máxima, y la lectura que se deriva de ello es ampliamente positiva. Una mezcla de superación por haber hecho algo innovador, de aprendizaje de herramientas de comunicación hasta ahora inexploradas, de autoconocimiento que se deriva de meses y meses entrenando, sufriendo y superándote solo, desde casa, y la reafirmación de que el deporte es salud, sea como válvula de escape, para socializar o para crecer personalmente. Sergio Recio describe el deporte como un “antidepresivo natural” que incide directamente en nuestra vida y, sea de forma presencial o virtual, el sector ha demostrado a lo largo de este año que, tal como describe Toni Marin, “ante las adversidades, nos adaptamos, buscamos una solución y nos lanzamos”.
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👏
Interessant l’article que mostra les actituds diverses dels gimnasos així com també la dels usuaris. Punts de vista de vista de com anem assumint la digitalització.
Doncs sí, això, de fet, passa amb tot… Moltes gràcies pel teu comentari, Francesc!!!
Aixi es 👍
Gràcies, Josep! Ens veiem per La Plaça.
genial
Moltes gràcies, Manel!!!
Gràcies, Joan! Ens veiem per La Plaça!
👍
👍
«En el cas del gimnàs virtual Ictiva també s’ha posat èmfasi a arribar al públic des de la part més personal, amb la creació de classes en directe i xats des d’on comencen a construir una comunitat on els professors traspassen la pantalla per a oferir un tracte personalitzat als usuaris»m’agrada aquest concepte digitalsi però amb contacte personal i personalitzat
En els entorns digitals, és el coneixement mutu el que dona vàlua afegida a l’experiència.
Per exemple, tothom pot fer una classe de ioga en línia o la pot seguir, però jo sé que ningú al món ningú no me la farà amb l’acompanyament i la complicitat que m’inspira la nostra companya Laura, perquè em coneix.
I d’això es tracta. Sortosament, el client ho percep, ho valora i ho demana.
🙂
Això del gimnàs per internet, em sembla molt fred.
Hola Jordi, encantats de tenir-te per aquí. Bé, suposo que ha sigut una bona alternativa veient les circumstàncies en les quals ens hem trobat aquest any, però sí que és cert que depèn dels gustos de cadascú. Gràcies pel comentari!