El destino está claro, y como llegar, también

Este septiembre hará un año que me incorporé a 11Onze como Chief Technology Officer. Un año, ahora que lo pienso, tampoco es mucho tiempo, pero en una empresa joven y tan dinámica como 11Onze, la sensación es que llevo mucho más tiempo.

Raul Arribas, Chief Technology Officer (CTO) de 11Onze

Como Chief Technology Officer de 11Onze mi tarea es supervisar la totalidad de la función tecnológica de la compañía. Hoy en día, lo quieran reconocer o no, casi la totalidad de las empresas son empresas de tecnología. De diferentes sectores, pero de tecnología. Cualquier empresa de cualquier sector, al s. XXI, necesita la tecnología para operar eficientemente y ser, no solo competitiva, sino incluso viable. Y las empresas financieras no son una excepción.

En 11Onze, empleamos la tecnología en todos los ámbitos de la compañía. La utilizamos, como es obvio, para crear nuestro producto y llegar a nuestros clientes (con La Plaça y El Canut). Pero la tecnología es básica también en el resto de nuestros procesos. Sin ella, no sería posible atender a las personas de la manera que lo hacemos, sea por chat o con 11Onze a Casa, por ejemplo. Ni podríamos trabajar colaborativamente como lo hacemos entre todos los departamentos internos, y también con los proveedores externos.

Por lo tanto, la palabra tecnología engloba aspectos y funciones muy diversas dentro de una empresa como 11Onze, a veces visibles y a veces invisibles para nuestros clientes. Es por eso que es vital mantener el orden y trazar las líneas maestras de nuestro presente y futuro en cuanto a la tecnología, y aprovechar lo mejor que nos puede ofrecer el mercado para mejorar constantemente los productos y servicios que podemos ofrecer a nuestra comunidad.

La fuerza del trabajo en equipo

Para conseguir todo esto se necesita, para empezar, un equipo con talento y con conocimientos diversos para estar encima de cada uno de estos aspectos tecnológicos, a menudo muy dispares entre ellos. Y es precisamente la constitución y evolución de este equipo, una de las tareas principales del responsable de tecnología. En 11Onze estamos construyendo nuestro equipo, y, mientras lo hacemos, también colaboramos con proveedores externos que nos ayudan allá donde no llegamos nosotros.

Una de las otras responsabilidades de un cargo como este es definir qué tecnologías usaremos, de qué manera, y por qué. La tecnología tiene que ser siempre un medio para llegar a un objetivo, y no el objetivo en sí misma. Por lo tanto, analizar las diferentes alternativas del mercado y escoger la más adecuada a nuestras necesidades en cada caso es clave para construir el 11Onze que todos queremos.

Y, para no alargarme demasiado, una tercera responsabilidad clave del Chief Technology Officer es la de salir afuera a explicar nuestro proyecto, al hecho que se nos vea, y así conseguir, al mismo tiempo, los contactos necesarios para establecer las relaciones y asociaciones que nos permitan avanzar mejor y más rápido hacia nuestro objetivo final: ser la entidad financiera que todos nos merecemos. El camino es difícil, y largo, pero el destino está claro, y la forma de llegar, también.

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