Los microplásticos llegan a la sangre
Una investigación científica ha demostrado por primera vez que los microplásticos ya corren por nuestro torrente sanguíneo, que viene a ser el río de la vida en nuestro organismo. El siguiente paso será comprobar hasta qué punto se depositan en órganos como el cerebro y cuál es su efecto.
Se habían encontrado microplásticos en lugares remotos como el Himalaya y el glaciar Vatnajokull, la mayor capa de hielo de Europa. Incluso se habían hallado restos de plástico en la placenta humana. Pero todavía no había evidencia científica de que los microplásticos corrieran por nuestras venas. Hasta ahora.
Un estudio dirigido por Heather Leslie y Marja Lamoree, de la Universidad Libre de Ámsterdam, ha constatado por primera vez que minúsculos trozos de plástico provenientes de nuestro entorno pueden ser absorbidos por el torrente sanguíneo humano. Los resultados de su investigación se publicaron a finales de marzo en la revista científica ‘Environment International’.
Tres de cada cuatro
El equipo investigador analizó la sangre de 22 personas para detectar la presencia de cinco polímeros diferentes, que son los componentes básicos del plástico. El resultado indica que tres cuartas partes de los sujetos examinados presentaban nanoplásticos o microplásticos en su torrente sanguíneo, es decir, partículas de plástico de menos de cinco milímetros. Solo uno de cada cuatro participantes en el estudio estaba libre de cantidades detectables de plástico.
El tereftalato de polietileno (PET), el polietileno y los polímeros de estireno eran los más abundantes en las muestras de sangre, seguidos del polimetilmetacrilato. En cuanto al polipropileno, las concentraciones eran demasiado bajas para una medición precisa.
El PET se utiliza mucho en los envases de bebidas y comidas, así como en la industria textil; el polietileno se emplea, entre muchas otras cosas, en las bolsas de los supermercados; los polímeros de estireno están presentes en envases ligeros, y el polimetilmetacrilato se utiliza mayoritariamente en medicina.
¿De la sangre a los órganos?
La investigadora principal, Heather Leslie, ha declarado que este estudio demuestra que “nuestro torrente sanguíneo, nuestro río de la vida, por así decirlo, tiene plástico”. El siguiente paso sería conocer en qué medida esas partículas pasan del torrente sanguíneo a los tejidos y a órganos como el cerebro. Así se podrá determinar mejor en qué grado la exposición a las partículas de plástico supone una amenaza para la salud pública.
Esta investigación ha sido financiada por la ONG Common Seas y el programa ZonMw Microplásticos y Salud, cuyo objetivo es determinar los efectos de las partículas de plástico sobre nuestra salud. Se trata de una de las múltiples iniciativas europeas que quieren establecer hasta qué punto la exposición a los microplásticos resulta nociva para la salud humana. En este marco, un grupo de científicos italianos publicó a principios de año una investigación que también constataba la presencia de microplásticos en la placenta humana.
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ostres, mai m’ho hauria imaginat, es molt important reciclar com cal
Sí, a la «La Plaça» sempre podem aprendre coses noves i interessants. Moltes gràcies pel teu comentari, Joan!!!
Queda molt camí per recórrer, abans no prenguem consciència de lo perjudicials q son els plàstics i encara en som molt dependents d’ell.
Si Manuel, sembla que el nostre cervell no està preparat per prendre canvis a la velocitat que ens demana el planeta. Malauradament ens hem malacostumat a malviure malmetent el planeta. Sort que encara tenim un exemple viu de cultures originàries del planeta que sí que ho poden fer.
No se m’acut una manera millor de reconèixer el plàstic com el principal destructor de la vida que dir: «ja forma part del nostre torrent sanguini». Ampolles de vidre ja! i sistema de distribució a granel per a tot I quan abans millor!
Totalment Jordi, esperem que aviat siguin més dures les sancions per les empreses que no fan cap esforç al respecte.
Es realment esfereïdor el mal que es pot fer,amb els comportaments destructius
Certament autodestructius total! Quina controvèrsia la nostra.