La temporada de verano 2021 viene marcada por menos restricciones y más oferta turística. Todavía lejos de la normalidad de antes de la pandemia, los catalanes preparan el verano con optimismo.

La población vacunada de Cataluña se prevé que llegue al 70% en julio. Esto, sumado al pasaporte europeo que agilizará viajes entre países europeos, y la apertura progresiva de puertos, aeropuertos y tráfico de cruceros, define un nuevo panorama turístico en que tanto la oferta como la demanda aumentan significativamente.

¿Cómo será el verano 2021?

Con perspectivas de recuperar la actividad económica perdida con la Covid-19, desde la Generalitat y l’Agència Catalana de Turisme se prevé recuperar el 50% del turismo. De hecho, a partir de un estudio determinan que el 75% de los españoles viajarán este verano, y el 66,4% lo harán dentro del ámbito nacional.

El destino más solicitado sigue siendo el de sol y playa (41,7%), seguido por la apuesta rural o natural (26,3%) y la cultural (14,1%), unas cifras que no varían entre ciudadanos españoles y catalanes. Eso sí, la movilidad seguirá marcada por la distancia social y los límites de aforos en espacios cerrados.

Menos restricciones y más gastos

El verano pasado los catalanes se gastaron un 42% menos en vacaciones, según datos de Cetelem. La media por persona se situaba en 1.294 € en 2019, una cifra que cayó hasta 754 € el 2020. Teniendo en cuenta la perspectiva del sector turístico, se espera que el gasto vuelva a subir, en un verano con más libertad de movimiento.

Bares y restaurantes abiertos, la reanudación de actividades culturales, la dinamización del turismo nacional e internacional y, sobre todo, el aumento de la vacunación, que reduce el miedo social, serán los factores claves que acelerarán la recuperación económica.

Las tendencias turísticas que marcarán el verano

Más naturaleza, proximidad y turismo consciente. Pasar un verano en plena pandemia demostró que organizar planes de ocio y de vacaciones es compatible con mantener un presupuesto bajo o llevar a cabo actividades al aire libre. La adaptación fue forzada, en algunos casos, pero la respuesta se puede traducir en la consolidación de un sector turístico cada vez más diversificado.

Cetelem constataba en su estudio que a lo largo de 2020 el alojamiento en hoteles y apartamentos ha bajado del 52% al 34% en España, mientras que la estancia en alojamientos privados o de conocidos ha subido 16 puntos.

En esta línea, los nuevos alojamientos turísticos apuestan por la originalidad y el contacto con la naturaleza a través de propuestas muy variadas, desde cabañas en los árboles, hoteles burbuja, rutas en catamarán o el glamping, un nuevo estilo de camping con glamur que apuesta por nuevos diseños como tipis o grandes tiendas, siempre en contacto con la naturaleza. Las salidas con autocaravana y furgoneta también se han disparado en el último año, y los datos hablan por sí solos: un 12% de personas que no tenían previsto comprar una autocaravana, lo harán después de la pandemia.

Lejos de cerrarse en un hotel o volver al turismo de masa, los consumidores turísticos buscan en estas alternativas nuevos destinos que les aporten seguridad y libertad. Un año más, la creatividad en los planes de verano será el gran aliado para adaptarse a las nuevas circunstancias.

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